Esta entrada se corresponde a la actividad encargada por el profesor J. Sanmartín. Tras el visionado del segundo capítulo de la serie documental "¿Por qué luchamos?", dirigida por Frank Capra entre 1942 y 1945.
Realizar un comentario sobre este documental y los hechos
históricos acontecidos, no es una tarea baladí, pues esta obra representa una
fuente histórica muy singular y una pieza maestra del cine. Esto supone que se
hayan realizado multitud de análisis en diferentes sentidos y desde distintas
perspectivas. Muchas son las variables que pueden analizarse. En este caso,
ciñéndome a los contenidos de la asignatura intentaré realizar una reflexión
analizando el componente moral del documental.
Cabe decir que es obvio que el largometraje
tiene una clara función propagandística. Se está justificando la intervención
de los EEUU en la II Guerra Mundial, supuestamente a favor de la “libertad de
la humanidad”.
Se dan una serie de argumentos morales, justificando la
intervención militar, tales como la libertad de la humanidad, la defensa de la
democracia, la cooperación y solidaridad a los pueblos desprotegidos, la
autodefensa, el respeto a las fronteras… De esta manera se camufló la operación
geopolítica que supuso la consecución hegemónica del expansionismo económico de
EEUU, que de otra manera no habría podido conseguir.
Mientras el vídeo hace una crítica a la permeabilidad de la
población alemana de la ideología nazi, también trata de cambiar la opinión
pública de EEUU, con respecto a su posición no belicista. En mi opinión, se
refleja muy bien como los instrumentos
propagandísticos intentan, a menudo con informaciones sesgadas, hacer uso de la
moral para cambiar la mentalidad colectiva. De esta manera lo que en principio son
cuestiones morales se acaban convirtiendo en principios ideológicos para la
acción, como en este caso representa la propaganda nazi y la yankee.
En la actualidad, se siguen lanzando campañas informativas para
justificar la expansión neocolonial a la fuerza, utilizando la moral, como representan
los casos de Afganistán, Irak o Libia. En nombre de la democracia y la libertad
de sus habitantes. Un peculiar ejemplo de esto fue el discurso ofrecido por
Barack Obama tras ser investido Premio Nobel de la Paz, defendiendo el concepto
de guerra preventiva.
Llegados a este punto cabe preguntarse en qué medida los medios
de comunicación se han convertido en un poder al servicio de los poderosos en
vez de la información verídica. Considero que existe una grave incompatibilidad
entre el rigor en los contenidos y el sistema de financiación de los medios
privados de información. Son grupos macro-económicos cuya actividad principal no
es la comunicación.
¿Cuál es entonces su interés por mantener un control amplio
(aunque no total) sobre la difusión de la información? Precisamente, tratan de difundir los valores morales que defienden los intereses de
sus consejos de administración e inversores de la forma más efectiva posible.
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